La superficie dedicada al cultivo de frutas ecológicas no para de crecer

Así lo acreditan fuentes oficiales de la ENAC llegándose en ciertas zonas especialmente del sur de la península a incrementos del 20 % por ejemplo en las ya clásicas naranjas de Valencia.

Lo principal que gira en torno a ello está en la obtención de Alimentos Saludables, que tengan no solo una mayor calidad en cuanto a nutrientes, sino que además carezcan de aquellas sustancias que puedan resultar Perjudiciales a la Salud, además de que esta premisa es aplicada a la zona donde son cultivadas.

Agricultura ecológica

Llamada de distintas formas, la Agricultura Ecológica (también conocida como Biológica u Orgánica) está reglamentada por la U.E está basada en la utilización de los distintos Recursos Naturales aprovechándose en óptimas condiciones, lo que evita la utilización de productos de Síntesis Química o los conocidos como Organismos Genéticamente Modificados (OGMs) que no solo alteran las cualidades de los productos obtenidos, sino que descuidan el medio ambiente y hasta pueden afectar a la Fertilidad de la tierra.

Esta forma de cultivo no solo contempla el aspecto ecológico, sino también mejora las condiciones de vida de quienes la practican, buscando poner en marcha un proyecto Sostenible y Equilibrado, buscando que el Agro-Ecosistema mantenga un equilibrio y logre satisfacer la demanda de alimentos naturales y que en ocasines nos aportan ventajas inesperadas como las de este estudio realizado en la Universitat Politécnica de Valencia.

Cultivos ecológicos

La forma de cultivo que puede ser utilizada para la obtención de frutas ecológicas radica en la utilización de Bancales, separando superficies de aproximadamente 1 metro y localizando los cultivos en terrenos con declives, permitiendo el trabajo sobre la tierra sin pisarla y apelmazar el suelo.

Se utiliza compostaje para fertilizar el suelo, además de recurrir solamente a productos Agroquímicos como auxiliares, conservando la fauna de lombrices y demás seres vivos que favorecen a un aireado de la tierra y una rotación de los cultivos para conservar la biodiversidad del mismo.