Es tan común confundir las termitas con las carcomas, que es complicado diferenciarlas a no ser que tengas enfrente un mueble infestado. Una de las mejores formas para diferenciar dichas plagas es ver su forma de devorar la pieza en la que se ha asentado la colonia de este insecto.
¿Es tan difícil diferenciarlas?
Se trata de insectos muy diferentes que tienen en común que ambos se alimentan de la madera. Por lo tanto, al ser diferentes en cuanto a su tipología, también necesitarán un tratamiento específico en cada caso. Por esta razón, será tan importante saber identificarlos antes de adentrarnos a tratar el mueble donde esté la plaga.
Los insectos se diferencian mucho en su morfología, el problema es que es complicado verlos en la madera, ya que suelen estar alimentándose de ella desde su interior.
Pistas para diferenciar la carcoma de la termita
1º La morfología. Son insectos muy diferentes físicamente, cosa que podemos apreciar de forma visual. Mientras que la termita es algo así como una especie de hormiga alargada con alas, la carcoma es una especie de insecto de caparazón duro, como un escarabajo.
2º La termita actúa en enjambres. Es decir, que cuando veamos un mueble infestado de esta plaga, si conseguimos ver termitas veremos más de una. La carcoma la podemos encontrar de forma más aislada.
3º Los sonidos que producen. Mientras que la carcoma es ruidosa (podremos escuchar como astilla la madera para alimentarse de ella), por su parte la termita es silenciosa. Por ese motivo no escucharemos ruido en un mueble infestado por termita, ya que no es fácil de percibir por el oído humano.
4º La forma en la que crea surcos en la madera que infestan es muy diferente también, esto es fácil de comprobar si podemos abrir la madera. Las galerías que crea la carcoma son más desiguales, crean surcos muy variados creando formas sinuosas en la madera. En el caso contrario las galerías formadas por las termitas serán unas galerías más uniformes, crean surcos paralelos ya que trabajan en equipo.
5º Los residuos que producen son muy diferentes. En el caso de la carcoma suelen ser más limpias, y rara vez diferenciamos residuos en los surcos que crean al comer (solo un poco de serrín acumulado). En el caso de las termitas, forman un residuo parecido al barro formado por excrementos y residuos que suelen acumular en las galerías.
6º La fase de larva. En el caso de la termita posee patas de pequeño tamaño, mientras que la carcoma es una larva tipo gusano, no obstante es muy complicado ver el insecto en este tipo de fase, a no ser que podamos acceder al interior de la pieza afectada.
¿Qué opinas al respecto? ¿Crees que sabrías diferenciar entre estas dos plagas para fulminarlas de tu jardín?
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