Qué es la conducción eficiente y cómo aprender a dominarla

La conducción eficiente es uno de los conceptos que más se suelen escuchar cuando uno se encuentra en el proceso de aprender a conducir, tanto en las clases teóricas que se imparten en las aulas como en las lecciones prácticas al volante.

Aunque a simple vista pueda parecer uno de estos términos modernos inventados por alguien que no ha conducido en su vida, lo cierto es que es un tema en el que las autoescuelas en Alicante, Madrid, Barcelona, Valencia y en definitiva, las principales provincias de toda España, insisten bastante, ya que debido al gran tráfico que suele haber en las carreteras de estos lugares, es esencial dominar este tipo de circulación para la salud de nuestro bolsillo, de nuestro coche y también, la del medio ambiente.

 

Las claves para dominar la circulación eficiente al volante

Para saber realizar una buena circulación eficiente que nos permita ahorrar dinero, averías así como también emisiones nocivas para la naturaleza, es necesario dominar ciertos aspectos concretos a la hora de manipular los diferentes mandos de un vehículo. Si quieres saber cuáles son y qué debes hacer, presta atención.

 

Arrancar y poner en marcha el vehículo

Debemos arrancar el motor sin pisar el acelerador. En los motores que funcionan con gasolina, hemos de poner en marcha el vehículo de manera inmediata tras haber arrancado. Por su parte, en los motores diésel, deberemos esperar unos segundos antes de iniciar la circulación.

 

El uso de la primera marcha

Debemos ser conscientes de que la primera marcha solo se debe usar cuando vayamos a iniciar la marcha. Además, cambiaremos a segunda a los dos segundos o cuando hayamos rodado seis metros. No obstante, tengamos en cuenta la situación del tráfico y adaptémonos a ella antes de seguir esta premisa

 

Cuándo cambiar de marcha

Como ya hemos dicho, cambiaremos a segunda cuando hayamos rodado seis metros; pondremos la tercera cuando marquemos una velocidad superior a los 30 km/h; a cuarta, a partir de los 40 km/h y a 50 a partir de los 50 km/h, y siempre aceleraremos una vez completado el cambio.

 

Cómo utilizar las marchas

Hay que circular el mayor tiempo posible con lar machas largas y el motor a bajas revoluciones.

 

Velocidad de circulación

La velocidad debe ser algo uniforme y fluido, es decir, nada de altibajos, cuanto menos frenazos y acelerones mejor.

 

Reducir velocidad

Para desacelerar el vehículo, levantemos el pie del acelerador y dejemos la marcha engranada que tengamos en ese instante. A la hora de frenar, hagámoslo pisando suavemente el pedal.

 

Detener el vehículo

Siempre que las condiciones del tráfico lo permitan, a la hora de detener el coche lo haremos sin reducir previamente la marcha que tengamos engranada en ese momento.

 

Parar el vehículo

Si nos encontramos parados o estacionados durante un periodo superior a los 60 segundos, lo más aconsejable es apagar el motor.

 

Anticipar y prevenir las situaciones

Mantener las distancias de seguridad y no sacrificar nuestra capacidad panorámica de observación es esencial para controlar la situación y estar al tanto de lo que hacemos nosotros y también, el resto de usuarios. Y no lo olvidéis, cuando veamos un obstáculo, el paso clave es levantar el pie del acelerador.

 

Mejorar nuestra seguridad

Sea cual sea la situación, si sigues las claves para dominar la conducción eficiente también estarás velando por tu seguridad. Aunque como siempre, deberemos adaptarnos a las condiciones del tráfico y de la propia vía.